DUDAS QUE PERSISTEN
por RICARDO CORTEZ
Los jerezanos seguimos esperando que el gobierno de Rodrigo Ureño ofrezca señales claras de cambio. Hasta ahora, hemos visto una sucesión de eventos aislados y decisiones cuestionables, que más que inspiran confianza, despiertan dudas sobre las verdaderas prioridades de esta administración.
Durante su campaña, el alcalde prometió transparencia y un enfoque hacia el bienestar de todas y todos los jerezanos; Sin embargo, en la práctica el hermetismo parece ser la norma, y las acciones concretas, la excepción.
A más de 30 días de su administración, no hay un plan claro de trabajo para cerrar el año, ni acciones que reflejen un compromiso con los problemas urgentes que hoy enfrenta el municipio.
Uno de los puntos más escandalosos de este inicio de gobierno fue el supuesto aumento de sueldos, una decisión completamente desconectada de la realidad económica que enfrenta Jerez. Una acción indignante para una ciudadanía que lucha día a día para llevar el sustento a sus hogares.
Lo más grave fue la complicidad silenciosa de la gran mayoría de los regidores, dejando en claro que la oposición parece ser solo de nombre. Independientemente de su color político, siguen en su zona de confort priorizando sus beneficios por encima del bienestar de los ciudadanos.
A lo largo de este primer mes, el enfoque de la administración ha sido organizar eventos, pero sin una visión estructurada que atienda los problemas de fondo. Francisco Javier Delgado Salazar, al frente del área de Proyectos, trabaja –al menos eso se sabe– en el Plan Municipal de Desarrollo, que se prevé estará listo hasta enero.
Algunos regidores, según se ha dicho, ni siquiera tienen claro cuáles son los planes para cerrar 2024, y la información sobre las líneas de trabajo fluye a cuentagotas.
Sin embargo, Jerez necesita acciones inmediatas, especialmente en un contexto en el que la incertidumbre y la desconfianza están al alza. ¿Es esta la carta de presentación de un gobierno que prometió ser diferente?
Este hermetismo, más que proteger a la administración, crea una distancia innecesaria entre el gobierno y los diversos sectores de la población, alimentando un clima de frustración y desconfianza que ya comienza a pasar factura al gobierno en turno.
El tiempo sigue corriendo, y las expectativas iniciales se transforman rápidamente en dudas. La administración de Ureño tiene una oportunidad única para demostrar que realmente está comprometida con el bienestar de Jerez.
El momento de actuar es ahora. De lo contrario, este gobierno correrá el riesgo de ser recordado no por su promesa de cambio, sino por su falta de rumbo y su desconexión con la realidad de los jerezanos.¿Usted qué opina?
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