¿CUMPLIR POR CUMPLIR?
por RICARDO CORTEZ
El Festival "Jerez Vive la Tambora y la Banda 2024", que prometía ser un homenaje digno a nuestras raíces musicales, no solo llegó tarde, sino que también dejó un sabor amargo entre los jerezanos.
Lo que debía ser una celebración emblemática se convirtió en un programa que, lejos de reflejar el talento y la tradición de las bandas y tamborazos locales, quedó reducido a un evento sin alma ni dirección clara.
El objetivo original del festival era claro: reconocer y enaltecer la rica tradición musical de nuestro municipio , un patrimonio que nos distingue en la región y que debería ser motivo de orgullo. Sin embargo, lo presentado parece haberse quedado en la mera formalidad, con una organización que dejó mucho que desear.
Mientras tanto, los filarmónicos de Jerez, en su compromiso con las celebraciones de Santa Cecilia, demostraron que la pasión y el talento pueden superar cualquier obstáculo. Con un programa mucho más sólido y organizado, lograron lo que el festival no: conectarse con el público y rendir un homenaje digno a la música.
El contraste no solo es evidente, sino preocupante. ¿Cómo es posible que un grupo de músicos logre, con recursos limitados, un evento más significativo que el que organiza el propio gobierno municipal? Esto evidencia la falta de planeación y visión en el Departamento de Turismo, encabezado por Cristina Salcedo Rodríguez.
Es probable que la titular del Departamento de Turismo pronto declare que el festival fue un "éxito rotundo", acompañando sus palabras con cifras que, aunque parezcan impresionantes, poco o nada abonan a la atracción de turismo.
Creemos que el verdadero impacto turístico no se mide únicamente en números, sino en la capacidad de un evento para posicionar a Jerez como un destino atractivo y vibrante. Este festival, lamentablemente, no logró generar ese impacto.
La percepción general es que el evento se realizó más por cumplir que por innovar, con un programa que no refleja el espíritu ni el potencial turístico de nuestro municipio. Jerez necesita más que eventos de trámite; Necesita una estrategia bien pensada que convierta nuestras tradiciones en motores de desarrollo económico, cultural y turístico.
Un festival de esta magnitud debería ser una plataforma para destacar a nuestras bandas y tamborazos, fomentar el turismo y consolidar a Jerez como el epicentro de la música de banda y de tambora. Pero esto solo será posible si se trabaja con verdadera planeación, compromiso y entendiendo las expectativas de la población.
Es momento de repensar el enfoque. Más que cifras triunfantes o eventos de relleno, lo que Jerez necesita son proyectos y acciones que logren enaltecer a nuestro patrimonio y atraigan visitantes. Esto no se logrará improvisando, sino trabajando con tiempo, involucrando a los actores clave y escuchando a los sectores de la población.
El festival "Jerez Vive la Tambora y la Banda" podría ser un evento de impacto nacional si se toma en serio su planeación y ejecución. Pero para ello, el Departamento de Turismo debe dejar de operar con una visión cortoplacista y enfocarse en crear experiencias que verdaderamente representen el alma de Jerez.
Los jerezanos merecemos más. Merecemos eventos que nos enorgullezcan y que pongan a nuestro municipio en el mapa cultural y turístico. ¿Usted qué opina?
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