VACÍOS

 

Por RICARDO CORTEZ

El problema de que un alcalde ofrezca versiones distintas de lo que son las cosas tarde o temprano lo va a pagar el municipio, y también tendrá que enfrentarlo el futuro alcalde, Rodrigo Ureño.

La falta de transparencia y la manipulación de la información oficial no solo socavan la confianza pública, sino que también dejan un terreno minado para la administración entrante.

En medio de las prisas finales, el actual gobierno afirma que muchas cosas se han hecho, sin tener evidencias claras de ello. No hay manera de rebatir la narrativa porque el alcalde se mueve en terrenos resbaladizos cuando le plantean ciertos temas.

Con frecuencia, la respuesta es que tiene el dato en el momento, una táctica que, aunque pueda ser conveniente en el corto plazo, tiene consecuencias a largo plazo para el municipio.

Uno de los temas de particular importancia es el de la Feria de Primavera. Humberto Salazar afirmó en su momento que las ediciones 2023 y 2024 fueron un rotundo éxito. Sin embargo, la realidad es que no existe al menos el último informe de la última edición de la máxima fiesta de los jerezanos.

Este vacío informativo sugiere un desinterés por parte de los encargados de organizar la máxima fiesta de los jerezanos en transparentar lo hecho y lo que no se hizo durante su última edición. La falta de rendición de cuentas en un evento de tal magnitud genera dudas y sospechas sobre la verdadera gestión de los recursos y la eficacia de la organización.

Otros asuntos están pasando por la misma dinámica. En diversas áreas vitales de la administración municipal van apareciendo cada vez más problemas.

Es evidente que muchos de los que conforman el gabinete, con algunas excepciones, pasaron desapercibidos en su gestión. Su trabajo dejó mucho que desear, y su falta de visibilidad y resultados palpables es un reflejo de la ineficacia que ha caracterizado a este gobierno.

Hoy, muchos que saben de política coinciden en que el asunto requería un mayor esfuerzo y resultados concretos en cada una de las áreas de este gobierno.

Sin embargo, la administración de Humberto Salazar acabó produciendo una gran cantidad de adversidades, muchas de las cuales se deben a la forma en que se manejó desde el inicio el proyecto de gobierno del “Doctor”. La falta de dirección clara y la inoperancia en la ejecución de las políticas públicas han sido la tónica dominante de su mandato.

Queda claro que la posibilidad de conocer lo que realmente está pasando es definitivamente remota. El Gobierno no informa, y en todo momento ha cerrado todos sus canales informativos, generando interrogantes entre la población.

La transparencia y la rendición de cuentas, pilares fundamentales en cualquier administración, han sido dejadas de lado en Jerez. La lucha contra la corrupción, que fue una promesa central de Salazar, parece haber sido más un eslogan vacío que una verdadera intención.

En función de lo que se está viviendo, el futuro alcalde haría bien en reconstruir ese vínculo de comunicación con la población. Sería bueno que escuchara a las y los jerezanos, no solo para atender sus demandas y preocupaciones, sino para reconstruir la confianza perdida.

Hoy Rodrigo Ureño tiene la oportunidad de marcar la diferencia y distanciarse de las prácticas opacas de su predecesor ¿Usted qué opina?

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