CONTINUIDAD O NUEVO COMIENZO
por RICARDO CORTEZ
La ausencia de poder real y la incapacidad de escuchar han provocado consecuencias que, tarde o temprano, se nos van a venir encima, especialmente ahora que nos encontramos en la recta final de esta administración.
En medio del caos, no parece que el “doctor” Humberto Salazar haya realmente escuchando a quienes tienen algo significativo que decir. Escucha, sí, pero solo cuando la información que le entregan puede ser utilizada para su propio beneficio. No hay indicios de que tome en cuenta opiniones diferentes o contrarias a las suyas, y esto ha sido un rasgo distintivo a lo largo de su trienio.
Durante este trienio, hemos visto renuncias de funcionarios que, al presentar planteamientos diferentes a los del alcalde, se encontraron con la respuesta tajante de "estás conmigo o estás contra mí".
Este ambiente, donde no cabe por ningún motivo oponerse a lo que dice el alcalde, ha convertido al entorno de Humberto Salazar en un ámbito profundamente dócil y sometido. La ausencia de poder del “doctor” ha generado una atmósfera donde nadie se le informa de manera crítica lo que está ocurriendo en Jerez.
Desde los primeros meses de la administración, se acabó con la capacidad de asombro y autocrítica. Esto dio paso a actitudes sumisas en las que, para evitar conflictos, todos se alinearon con la narrativa del alcalde. Se construyeron escenarios que distan mucho de la realidad, y la falta de una perspectiva crítica interna ha dejado al municipio en una situación precaria.
No es difícil imaginar las consecuencias que esta dinámica podría tener para el municipio. La incapacidad de escuchar diferentes opiniones y la falta de autocrítica no solo han estancado el desarrollo de Jerez, sino que han generado una administración desconectada de las verdaderas necesidades de la población.
Mientras el futuro alcalde, Rodrigo Ureño, se prepara para asumir el cargo, es esencial que aprenda de los errores de su predecesor. No tiene sentido menospreciar sus capacidades, pero lo que no queda claro es hasta dónde llegará su estilo personal de gobernar y qué tanto influirán las personas que ahora lo acompañan y que seguramente tendrán peso en sus decisiones.
Uno de los mayores desafíos para Ureño será lidiar con sus “Padrinos políticos” que hoy se encuentran detrás de su figura. Estos personajes, que seguramente dirigirán el tránsito como les plazca, podrían intentar moldear su administración según sus propios intereses.
El futuro alcalde debe ser consciente de que muchas de estas influencias pueden causar un profundo daño al municipio en el corto y mediano plazo.Por más cercanía que tenga Ureño con sus “Padrinos políticos”, debe recordar que su responsabilidad es con la gente de Jerez.
Si permite que estas personas dirijan su gobierno, corre el riesgo de repetir los mismos errores que han llevado al actual gobierno a su decadencia.
Es su turno para demostrar que puede ser un líder independiente, capaz de escuchar, evaluar y decidir por sí mismo, siempre en favor del bienestar de la población ¿Usted que opina?
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twitter: @Rich_Cortez86
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