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SILENCIO Y SOSPECHA

 


por RICARDO CORTEZ

Estamos a pocas semanas de que el informe oficial de la Feria de Primavera 2025 sea presentado ante el cabildo municipal. La responsabilidad recaerá en Edgar Álvarez, presidente del patronato, quien deberá rendir cuentas sobre una celebración que dejó más incertidumbre que alegría en la ciudadanía.

Todo parece indicar que los resultados de esta edición serán, cuando menos, desalentadores. Lejos de superar expectativas, el evento se convirtió en un evidente tropiezo organizativo y financiero. Lo que debía ser una celebración para todos terminó siendo una desilusión generalizada para los jerezanos.

A pesar del inminente compromiso de informar, el proceso se encuentra estancado. La causa es preocupante: la Tesorería Municipal no ha entregado la documentación financiera correspondiente. La encargada del área parece extraviada entre cifras, y ese vacío complica toda rendición de cuentas.

Frente a este obstáculo, el propio presidente del patronato ha hecho pública su frustración al declarar que no ha recibido respuesta alguna. ¿Cuál es el motivo del silencio? ¿Hay cifras que no quieren revelarse? ¿Y la prometida transparencia?

La falta de información genera desconfianza. El mismo Álvarez ha reconocido no estar al tanto de muchas decisiones tomadas durante la organización. Esto revela que varias áreas operaron por su cuenta, sin coordinación ni vigilancia adecuada del patronato.

Donde no hay control, florece la desorganización. Y donde reina la desorganización, las irregularidades encuentran terreno fértil. El uso oscuro del recurso público emerge como la hipótesis más sólida detrás del evidente colapso ferial. Una que no puede ni debe ignorarse.

Resulta alarmante que, año con año, los informes sobre la feria desaparezcan entre evasivas, omisiones y dilaciones. La ciudadanía merece saber en qué se invirtió su dinero, quiénes fueron contratados y bajo qué criterios se tomaron las decisiones más relevantes.

La Feria de Primavera no es un simple jolgorio: representa una vitrina cultural, económica y turística para el municipio. Tratarla con negligencia y falta de planeación es un agravio al potencial que Jerez aún guarda con dignidad.

La transparencia no puede seguir siendo un discurso vacío. El informe debe entregarse en tiempo y forma, con números precisos y responsabilidades asignadas. Rendir cuentas no es una cortesía: es una obligación institucional, jurídica y ética ante el pueblo.

Es urgente que el cabildo exija respuestas, que el presidente municipal dé la cara y que Tesorería deje de esconderse. Porque detrás de cada peso hay recursos del pueblo, y detrás de cada silencio, una sospecha. Y en el gobierno, las sospechas también se pagan. ¿Usted qué opina?

dsd_elportaljerez@gmail.com
twitter: @DSD_elportal

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