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¿DESPERTAR TARDÍO?



por RICARDO CORTEZ

Todo parece indicar —al menos en el discurso— que después de ocho largos meses, el alcalde Rodrigo Ureño ha despertado del letargo administrativo. Su reciente aparición en medios sugiere que por fin se ha percatado del hartazgo ciudadano ante un gobierno que, hasta hoy, ha dejado mucho que desear.

Resulta relevante la entrevista concedida a este medio, donde el edil abordó distintos temas que permiten vislumbrar la posible línea de acción para el resto de su mandato. No obstante, los retos son enormes y las dudas aún mayores.

Sorprende que, tras tantos meses de omisiones, el presidente municipal decida ahora enfocar sus esfuerzos en dos ejes: seguridad y desarrollo económico. Si bien son temas urgentes, el rezago acumulado requerirá más que buenas intenciones para generar resultados palpables.

Mientras tanto, áreas como Cultura, Turismo, Juventud, Obra Pública y Deporte siguen completamente relegadas. Estas dependencias continúan siendo asignaturas pendientes, ignoradas como si no fueran parte esencial del bienestar social y comunitario.

Con su primer informe de gobierno a la vuelta de la esquina, Ureño ha lanzado —al menos retóricamente— un ultimátum a su equipo de trabajo. Pero surge una duda legítima: ¿por qué esperar tanto tiempo para exigir resultados a quienes claramente no han estado a la altura?

La desconexión no solo es evidente con el gobierno estatal, sino también dentro de su propio ayuntamiento. Las fricciones internas crecen, y los grupos políticos al interior de su administración siguen debilitando los cimientos de un gobierno ya tambaleante.

No debe subestimarse el hecho de que el verdadero enemigo no está afuera, sino en casa. Le rodean figuras que no suman, que obstaculizan y que, a la menor provocación, pueden dinamitar lo poco que se ha construido hasta ahora.

La falta de liderazgo, de articulación política y de visión a largo plazo están ahogando a una administración que pudo haber sido distinta. A estas alturas, solo un golpe de timón —valiente y decidido— podría salvar el proyecto municipal de hundirse definitivamente.

Los ciudadanos no necesitan promesas recicladas ni entrevistas cómodas. Exigen hechos concretos, atención eficiente, transparencia y sensibilidad ante los problemas cotidianos que afectan desde hace meses.

Rodrigo Ureño aún está a tiempo de corregir el rumbo, pero cada día que pasa sin acciones reales es un paso más hacia el fracaso. Gobernar no es solo hablar bien frente a las cámaras; es tomar decisiones, asumir costos y rendir cuentas.¿Usted qué opina?

PUNTO Y APARTE: Lamentable resulta el anuncio del aplazamiento de las Jornadas Candelario Huízar por supuesta falta de recursos. La ausencia de visión y el escaso interés de nuestras autoridades hacia la cultura quedan una vez más al descubierto.

Es curioso cómo se destinan más de 250 mil pesos en el Festival de la Tostada, y en la Semana del Migrante, mientras se relega un evento cultural de gran importancia. ¿Dónde está la voz de la regidora comisionada a cultura ante esta incoherencia presupuestal?

dsd_elportaljerez@gmail.com
twitter: @DSD_elportal

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