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LUCES Y SOMBRAS


por RICARDO CORTEZ

A tan solo unas horas de que concluya la Feria de Primavera Jerez 2025, los jerezanos ya comienzan a hacer un balance crítico sobre la organización y resultados del evento más importante del año para el municipio.

El principal centro de atención es Edgar Álvarez Haro, presidente del patronato, quien enfrentará el escrutinio público tras una edición donde, a decir de muchos, los desaciertos superaron por mucho a los aciertos.

Desde el arranque, la percepción ciudadana apuntó hacia una pobre planeación. Fallas logísticas, falta de difusión y un programa cultural limitado dejaron entrever improvisación y escasa sensibilidad hacia la tradición jerezana.

Uno de los momentos más comentados fue el ya tradicional Sábado de Gloria, que este año pareció convertirse más en una pasarela política que en una auténtica celebración del pueblo.

Figuras políticas de distintos colores se disputaron la atención pública luciendo impecables atuendos charros y montando caballos bajo el sol, en una escenografía más pensada para las redes sociales que para la historia del evento.

Cada uno se posicionó en su respectivo tapanco como si se tratara de una vitrina electoral, buscando establecer cercanía con el pueblo, aunque para muchos, la empatía no pasó de lo superficial.

Lo que también llamó poderosamente la atención fueron las ausencias. Entre ellas, la del Gobernador del Estado, quien con su inasistencia mandó un mensaje claro de indiferencia hacia el municipio de Jerez.

Su ausencia fue leída como un desdén hacia el gobierno local y una muestra de que la relación institucional con el alcalde Rodrigo Ureño se encuentra, al menos, congelada.

Por su parte, el edil municipal no desaprovechó la ocasión para tomarse fotografías con cuánto político se cruzó durante la cabalgata, intentando mostrar una imagen de apertura, aunque sin resultados claros.

El maltrato animal, captado en distintos momentos del evento, se volvió el centro de críticas a nivel nacional, empañando la imagen del municipio y evidenciando la falta de protocolos y vigilancia.

Tampoco pasó desapercibida la escasa participación de comerciantes y emprendedores locales en las instalaciones de la feria. A quienes expresaron sentirse excluidos y relegados de un espacio que debería representar una vitrina económica para ellos.

Edgar Álvarez Haro tiene ahora la responsabilidad de rendir un informe puntual, honesto y transparente. Uno que no oculte los errores y que contemple cifras reales, más allá de los discursos triunfalistas o las justificaciones de siempre. ¿Usted qué opina?

dsd_elportaljerez@gmail.com
twitter: @DSD_elportal


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