DE LA ILUSIÓN A LA INCERTIDUMBRE

por RICARDO CORTEZ

A poco más de dos semanas del inicio de la máxima fiesta de los jerezanos, los seguidores del alcalde Rodrigo Ureño ya celebran anticipadamente, asegurando que todo será un éxito. Sin embargo, la realidad nos obliga a ser más cautelosos.

Como jerezanos, naturalmente queremos que la feria salga bien, pues de ello depende, en gran medida, el repunte de la economía local. Sin embargo, el optimismo desbordado no puede sustituir una planeación eficiente y bien ejecutada.

En los últimos días han surgido múltiples problemas derivados de la mala organización. Tanto el patronato como el gobierno municipal han mostrado falta de coordinación, dejando en evidencia que la logística aún deja mucho que desear.

El desenlace de la Feria de Primavera de Jerez 2025 sigue siendo un misterio. Mientras algunos afirman que será un evento espectacular, otros tienen más dudas que certezas sobre su correcta ejecución y verdadero impacto.

El crecimiento de la feria en el pasado trienio fue acelerado y descontrolado, lo que generó fuertes críticas. En su momento, Humberto Salazar prometió un evento sin igual, pero terminó siendo un rotundo fracaso.

El programa general de la feria muestra deficiencias evidentes. Las actividades y espectáculos anunciados parecen alejarse del perfil cultural, del municipio, contradiciendo los discursos oficiales que presumen a Jerez como un pueblo culto.

Hablar de una feria distinta y de calidad es un buen discurso, pero en la práctica, la realidad es otra. A estas alturas será difícil atender los problemas de fondo, por lo que quedarán en simples promesas sin impacto real.

La falta de transparencia en la organización genera incertidumbre. No se han detallado con claridad los presupuestos, patrocinios ni estrategias para garantizar la seguridad y el orden durante los días de celebración.

El evento debería ser un escaparate para la riqueza cultural y artística de Jerez, pero hasta ahora, lo que se observa es una feria sin rumbo claro. Se necesita voluntad y profesionalismo para hacer de esta fiesta un verdadero éxito.

El tiempo corre y la feria está a la vuelta de la esquina. Ojalá el entusiasmo de los seguidores del alcalde esté justificado y no termine siendo otro intento fallido de vender ilusiones a un pueblo que merece una feria digna. ¿Usted qué opina?

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