FALTA DE DIRECCIÓN

por RICARDO CORTEZ

A Rodrigo Ureño se le están acumulando los problemas. Las muchas promesas que hizo en campaña con el lema “Pa’ que Jerez vuelva a ser mágico” siguen sin dar resultados tangibles. La crisis en el municipio se profundiza, y las soluciones que tanto se anunciaron brillan por su ausencia.

Más allá de cualquier interpretación política, lo cierto es que el gobierno de Rodrigo Ureño carece de dirección clara. A la fecha, no se conocen las líneas de acción ni los objetivos concretos de su administración. La falta de transparencia y planeación genera incertidumbre en la ciudadanía.

El alcalde debe enfocarse en resolver los problemas que aquejan al municipio, en lugar de ver cada crítica como un ataque. La exigencia de resultados no es cuestión de opositores, sino de ciudadanos que esperan que se cumplan las promesas de campaña. Jerez no puede esperar más.

Dentro y fuera del municipio, cada vez más voces piden un cambio de estrategia. La actual administración debe replantear su rumbo antes de que la falta de resultados termine por desencantar incluso a sus propios simpatizantes. El tiempo corre y la paciencia se agota.

El desconocimiento de la agenda municipal por parte de Rodrigo Ureño es preocupante. Su discurso, que en campaña resultaba convincente, hoy ha perdido fuerza. Ya no basta con palabras, la gente exige acciones concretas que demuestren capacidad de gobierno.

Los problemas que aquejan a Jerez no han sido atendidos con la seriedad que merecen. Sin soluciones efectivas, el alcalde podría verse pronto en un escenario adverso, del cual difícilmente podrá salir sin consecuencias políticas y sociales.

Es imperativo que el gobierno municipal cumpla sus promesas, porque los jerezanos no están dispuestos a seguir esperando. La falta de resultados genera descontento y desconfianza en una administración que parece más preocupada por justificar su inacción que por resolver problemas.

A medida que pasan los días, el llamado a un cambio de rumbo se vuelve más fuerte. Los errores de gestión comienzan a permear en todos los sectores de la sociedad, y el costo de ignorarlos puede ser alto. El alcalde debe reaccionar antes de que sea demasiado tarde.

Jerez necesita un gobierno eficiente, que trabaje con estrategia y compromiso. No se puede gobernar con discursos vacíos ni con evasivas ante la realidad. Si Rodrigo Ureño no demuestra capacidad para enfrentar los retos, serán los ciudadanos quienes le cobren la factura.

El futuro del municipio depende de decisiones acertadas y acciones concretas. ¿Seguirá el alcalde con la misma estrategia fallida o tomará el camino del verdadero cambio? Los jerezanos esperan respuestas, no más promesas. ¿Usted qué opina?

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