¿UN MAL INICIO?
por RICARDO CORTEZ
Jerez ya cuenta con un nuevo gobierno bajo el liderazgo de Rodrigo Ureño, y lo que sigue ahora es el ejercicio del poder. Sin embargo, una pregunta clave sigue flotando en el aire: ¿Será este gobierno diferente al de su predecesor?
La administración saliente de Humberto Salazar dejó un sabor amargo en muchos sectores, con promesas incumplidas y una percepción de corrupción que nunca fue realmente erradicada.
Ureño asume el poder en medio de grandes expectativas y con la promesa de gobernar para “todos”, y que trabajará incansablemente para el bienestar del municipio. Esto suena bien en teoría, pero como bien sabemos, las palabras se las lleva el viento si no están respaldadas por acciones concretas.
El municipio es complejo, y la presión que recae sobre el nuevo alcalde, su gabinete y los regidores es inmensa. Jerez necesita urgentemente soluciones a problemas que van desde la inseguridad hasta la falta de desarrollo económico y turístico.
Bajo esta premisa, resulta fundamental que el nuevo gobierno establezca un diálogo abierto con todos los sectores, incluyendo aquellos críticos de su administración. Solo así podrá empezar a construir una base sólida para un gobierno inclusivo y eficaz.
Sin embargo, Ureño ya ha tropezado en su recién estrenado mandato con una decisión que ha generado indignación: el aumento del 20% en los sueldos de regidores, algunos miembros de su gabinete y, por supuesto, su propio salario.
Este movimiento ha sido percibido por muchos como un grave error, una señal de que los intereses de los políticos siguen estando por encima de las necesidades del pueblo.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿Cómo beneficia esto a su gobierno? ¿De verdad cree Ureño que su equipo se merece este aumento sin haber demostrado resultados aún? Estas son dudas que están surgiendo en la mente de los ciudadanos, quienes esperaban un cambio significativo en las formas de gobernar.
Este tipo de acciones minan la credibilidad del nuevo gobierno desde el inicio. En lugar de enfocar sus esfuerzos en demostrar capacidad y resultados en los primeros días de su administración, Ureño y su equipo han optado por aumentar sus dietas.
La percepción pública es crucial en política, y comenzar una administración con decisiones que se asemejan a las de los gobiernos anteriores no es el mejor camino para distanciarse de ellos.
Lo que Jerez necesita no es una simple continuación de las políticas de Humberto Salazar, un gobierno marcado por la inoperancia y la falta de transparencia. El gobierno de Ureño debe ser distinto, debe enfocarse en solucionar los problemas estructurales que sufre el municipio, como la falta de obra pública y el rezago económico, turístico y cultural.
La comparación con Salazar será inevitable, y la sombra de su fallida gestión estará presente en cada paso que dé Ureño. Sin embargo, aún está a tiempo de marcar una diferencia, de demostrar que su mandato será algo nuevo, algo mejor… ¿Usted qué opina?
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twitter: @Rich_Cortez86
Excelente publicación, felicidades ,, Richard
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