MÁS DUDAS QUE RESPUESTAS

por RICARDO CORTEZ

En sus primeras semanas como alcalde, Rodrigo Ureño ha comenzado a mostrar su estilo de gobierno, generando más dudas que certezas. A pesar de que muchos ciudadanos esperaban un distanciamiento con las formas y prácticas del exalcalde Humberto Salazar, parece que tal ruptura no ocurrirá.

El estilo de Ureño parece seguir peligrosamente el camino de su predecesor, lo que suscita preocupaciones sobre si su administración realmente será distinta o si solo será una extensión de lo que ya se vivió en Jerez.

Una posible explicación para esta continuidad en las formas es que, al igual que Salazar, Ureño no proviene del ámbito político. Ambos comparten una trayectoria ajena a la política, y esta falta de experiencia parece evidenciarse en su toma de decisiones.

Si el alcalde no aprende rápidamente a manejar los retos políticos, su gobierno podría verse manipulado por influencias externas o internas que no necesariamente representan los intereses de los jerezanos.

El primer gran error de Ureño ha sido el aumento salarial para los regidores y para sí mismo, lo cual generó una indignación generalizada.

Según funcionarios del ayuntamiento, esta decisión provino directamente del alcalde, quien tuvo que dar marcha atrás, a través de un comunicado. Este tropiezo inicial refleja una falta de control y claridad en sus decisiones.

El comunicado emitido intentó justificar la situación, alegando que el aumento era parte de una "reestructuración y ajustes salariales" en proceso de aprobación, de acuerdo con el presupuesto del municipio, según explicó la tesorera Mónica Alejandra Martínez Duarte.

Sin embargo, esta explicación no convenció a nadie y dejó más preguntas que respuestas. Lo que inicialmente parecía un error corregido, ha incrementado las sospechas sobre la transparencia del nuevo gobierno.

Si este patrón continúa, la administración de Ureño corre el riesgo de repetir los errores de la gestión anterior.

El futuro político de Rodrigo Ureño dependerá de cómo maneje esta primera etapa de su mandato. ¿Seguirá los pasos de Humberto Salazar, con decisiones opacas y resultados insatisfactorios? ¿O tomará el control y empezará a implementar los cambios que prometió?

Los jerezanos esperan respuestas, y si Ureño no las entrega, su mandato podría convertirse en otra oportunidad perdida para el municipio. ¿Usted qué opina?

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