LOS RETOS DE RODRIGO UREÑO
por RICARDO CORTEZ
Es difícil predecir con certeza qué rumbo tomará la administración de Rodrigo Ureño en Jerez. Aunque el gobierno perredista recién ha comenzado, algunas piezas clave ya se están asentando, lo que ha generado gran incertidumbre entre los jerezanos.
¿Habrá una restructuración profunda en la administración municipal? ¿Tomará Ureño un estilo propio de gobernar? O, peor aún, ¿habrá alguien detrás de él tomando decisiones cruciales para su gestión? Estas son preguntas que, hasta ahora, no tienen respuesta clara.
Lo que sí está claro es que la gobernabilidad de Ureño enfrentará riesgos significativos, aunque no necesariamente por parte de la oposición. Al menos hasta ahora, no se percibe una oposición crítica o poderosa que represente una verdadera amenaza.
El verdadero reto para Ureño proviene del interior de su propia administración, especialmente de la influencia de los grupos políticos que le ayudaron a llegar al poder.
Desde el día siguiente a las elecciones, quedó en evidencia la pugna de poder que amenaza con desestabilizar la administración municipal. El grupo de Pepe Pasteles y Jackie Martínez, que tuvo un papel clave en la campaña de Ureño, ya ha comenzado a ocupar espacios vitales en el gobierno.
Esto plantea una gran interrogante: ¿cómo equilibrará Rodrigo Ureño la coexistencia de su equipo con el poderío de este grupo?
Este es, sin duda, el gran dilema que enfrentará el alcalde. La batalla no será tanto contra la oposición, sino con las ambiciones internas y los intereses cruzados que podrían generar conflictos a lo largo de su mandato.
El grupo de Pasteles y Martínez tiene poder e influencia, y muchos de sus miembros ya están posicionados en puestos clave dentro de la administración. ¿Cómo mantendrá Ureño el control sin ceder a las presiones de este grupo, que podría imponer una línea de acción diferente a la que él tiene en mente?
Rodrigo Ureño ya ha hecho algunos nombramientos importantes, lo que ofrece una primera señal de cómo se conformará su administración. Entre los nombrados destacan Samuel Berumen como secretario de Gobierno, Mónica Martínez como Tesorera Municipal, David Juárez a cargo de Desarrollo Económico y Rubén Aguilar como director de Obras Públicas.
Estos nombramientos parecen reflejar una intención de formar un equipo diverso, pero la influencia del pastelismo sigue latente.
La gran pregunta es si estos primeros movimientos son solo el inicio de una mayor consolidación del poder del grupo de Pasteles y Martínez dentro del gobierno de Ureño.
Si esto es así, Ureño podría enfrentarse a un reto aún mayor: gobernar sin perder el control de su propio equipo, lo que podría tener consecuencias graves para la estabilidad y gobernabilidad de Jerez.
Si logra navegar con éxito este laberinto, podría marcar una diferencia significativa para el futuro de Jerez. Si no, las secuelas de este conflicto interno afectarán a todos los ciudadanos. ¿Usted qué opina?
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