SIN LA PIEDRA ANGULAR

por RICARDO CORTEZ

A la democracia que el alcalde Humberto Salazar pretende construir -aunque fuera de tiempo- sobre la transformación y la sanación de Jerez, parece faltarle la piedra angular más importante, el diálogo.

Sin esa base los proyectos y estrategias, fundamentales para solucionar los problemas que hoy enfrenta su gobierno, tardaran en cristalizar. Peor aún, de seguir en esa ruta, los lastres ancestrales de ausencia de igualdad, justicia y progreso seguirán siendo un sueño irrealisable para el actual gobierno modernista.

Por ello es indispensable acallar ese ensordecedor barullo que solo crea confusión, desconfianza y que sólo aplaza soluciones. Los distintos sectores que conforman la población piden a gritos encontrar un interlocutor del gobierno, que escuche, sea receptivo, conciliador, atienda y delibere, mirando siempre a dar solución a los problemas que hoy nos aqueja a todos los jerezanos.

Si bien es cierto todo gobernante, se fija como primer mandamiento el propósito de escuchar a la ciudadanía y siempre se empeña en observar al máximo en el entendido de que, esta es la que encarna los problemas y ven en él, la solución.

Ahora con frecuencia parece no existir receptividad a la opinión, sugerencia o pensamiento de nadie. La intransitabilidad del gobierno municipal que encabeza “el doctor” al diálogo para el acuerdo con respecto a la sociedad, no ha sido consistente, tiene expresiones más visibles aún entre algunos de sus ex funcionarios, pues prefiero renunciar con dignidad y respeto, que observar la obediencia a ciegas.

Si el proyecto de gobierno del alcalde Humberto Salazar está planteado como futuro, no se puede volver al tiempo de los imperios y reinados donde se disponía a la población en obedecer y callar, y no para meterse en asuntos del gobierno. La democracia es de todos y para todos.

Si el “doctor” hoy más que nunca carece de aceptación favorable por parte de los jerezanos, habría que imaginar donde se ubicaría si estuviese dispuesto a temporizar, escuchar y decidir conjuntamente con la sociedad.

Todavía se encuentra a tiempo, sobre la premisa de que es de humanos equivocarse y de sabios rectificar. ¿Usted qué opina?

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