DUDAS Y PENDIENTES

Habrá que reconocer que lo que hemos vivido desde las pasadas elecciones, ha tenido un buen número de pasajes inéditos. Pocos alcaldes han generado tanta expectativa e incertidumbre como es el caso de Humberto Salazar.

Un comentario insistente sobre cómo se han visto y vivido durante estos días es que parecen meses. Algo hay de razón si nos atenemos a cómo se han presentado las cosas en intensidad, polémicas y controversias, por las que ha tenido que pasar el actual gobierno morenista.

No se usted querido lector, pero siento que hemos entrado en escenarios llenos de sombras; y sólo con el paso del tiempo sabremos cuál es su dimensión y alcance.

No se ve con precisión el rumbo que tomarán las cosas y hasta dónde llegarán, a pesar de la insistencia del gobierno de la claridad del camino. Humberto Salazar parece estar gobernando fustigando al pasado, pero la cuota ya se está agotando.

Es un hecho es que a lo largo de estos días ha cambiado la buena percepción de la sociedad sobre el gobierno de Humberto Salazar. Su desgaste ante la situación financiera que hoy atraviesa el gobierno morenista, comienza a ser un tema para sus detractores.

Ante ello, el mandatario se ha encargado de calmar los ánimos, se aboca a pedir serenidad ante esta situación tan complicada que heredó de su antecesor Antonio Aceves. Da la impresión de que las cosas se han ido atemperando y asentando, por lo que, en más de algún caso, ha tenido que “apechugar”.

De alguna u otra forma, Humberto Salazar sabía los problemas a los que se enfrentaría al tomar las riendas del municipio; Sabia lo que se le venía, pero no tenía capacidad alguna de maniobra.

Humberto Salazar ha estado gobernando de prisa. Sabe que un trienio es poco para todo lo que quiere hacer y particularmente para lo que quiere desmontar y demoler. Quiere dejar su trienio bajo el estilo y espíritu de la 4T.

La gran esperanza que mantiene la sociedad jerezana en el actual alcalde sigue siendo que su gobierno logre revertir los problemas que hoy arrastran el municipio; ésta fue una de las grandes razones del voto a su favor.

El otro gran reto tiene que ver con la palabra que más ha mencionado a lo largo de su campaña y no se diga de su gobierno: corrupción. Humberto Salazar, a un mes de ejercer el poder hay muchas dudas y pendientes, y con quejarse no solucionará nada.

PUNTO Y APARTE: El actual cabildo está ofreciendo, cuando sesionan, espectáculos dantescos que rayan en el cinismo. Su falta de oficio simplemente no le ha dado para construir esos acuerdos que puedan estar a la altura de lo que hoy necesita Jerez.

Los “regidores” tienen la obligación de ponerse de acuerdo, incluso, en la diferencia, la realidad es que nuestros representantes ante este gobierno no han logrado apagar ninguno de los fuegos que están prendidos.

¿Hasta cuándo van a desquitar lo que ganan?

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