FOCOS ROJOS

El presidente y su gobierno siguen arrastrando serios problemas financieros, los cuales seguramente cobrarán factura en el corto plazo.

A Humberto Salazar no le da por colocarse bajo escenarios adversos, más bien trata de tener un discurso positivo, en el que busca encontrar los lados luminosos de su gobierno. Parte del supuesto de que, a partir de su gestión, el municipio entre en terrenos mejores.

Sin embargo, la cuestión está en que, en el terreno de los hechos, seguimos lejos de que el discurso alcance y transforme la realidad como lo viene pregonando regularmente el alcalde.

Sin dejar de reconocer la nueva dinámica en la que ha entrado el gobierno que encabeza Humberto Salazar, todavía nos encontramos lejos de poder hablar de una transformación en el municipio.

No se pasa por alto que un proceso de cambio como el que quiere el doctor requiere de tiempo, análisis, proyectos y grandes voluntades, los cuales no llegan necesariamente a través de los votos obtenidos y de las altas expectativas hacia el presidente y su gobierno.

Si bien Salazar es crítico con su antecesor, al mismo tiempo es particularmente benevolente con su presente y con todo lo que tiene que ver con su gobierno. No asoma la autocrítica, la cual en la gobernabilidad es un aliado incómodo, pero aliado.

La alerta del alcalde es de primera importancia porque viniendo de él, las cosas adquieren otra dimensión. Tarde temprano llegará el tiempo del balance y la evaluación de lo hecho.

Hoy no hay otro problema que le preocupe tanto al presidente que no sea lo financiero. Es un tema del cual no ha podido salir. Lo que ha provocado que las acciones del gobierno sean limitadas, y por lo que se perfila, las cosas seguirán igual o lamentablemente peor. ¿Usted qué opina?

PUNTO Y APARTE: Yo no estoy de acuerdo con que el alcalde se ponga a dar conferencias de prensa cada semana. Las conferencias de prensa son algo que se organiza cuando hay nota, son de carácter extraordinario, excepcional.

Este estilo de mañaneras semanales va a terminar perjudicando a Salazar. Y es que, en la gran mayoría de las veces, los reporteros con sus cuestionamientos han puesto contra las cuerdas al alcalde y a su gobierno. Y para muchos es un manjar periodístico.

Por lo que sus asesores -si es que los tiene- deberían invitarlo a que ya no se expusiera tanto.

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