¿VALE EL RIESGO?

 

La pandemia va de nuevo en aumento. Las razones pasan por los terrenos del gobierno municipal porque se ha presentado un gran relajamiento. Para nadie es un secreto, las cifras de muertes y contagios están volviendo a subir y si no hacemos algo, esto se va a poner muy feo en un par de semanas.

La mala intrepretación del tema del semáforo, la relajación de actividades con el aval de nuestras autoridades y inclumplimiento de las las políticas de salud, —lo que incluye una lenta vacunación—, han sido factor para que los aumentos sigan en nuestro municipio.

Sin embargo, las responsabilidades no son sólo del gobierno municipal. Los ciudadanos somos parte importante del proceso de contagio y tenemos que ver con la llegada de la tercera ola. ¿Qué estamos esperando? ¿Que ahora sí nos toque a nosotros? ¿Que se nos mueran más personas más queridas? ¿Que los hospitales se vuelvan a llenar?

Es entendible el hartazgo y la necesidad por salir. Para todos ha sido complicado, pero es evidente que un amplio sector de la población ha estado por más de un año entre la espada y la pared.

La tan anhelada recuperación económica va para largo por más que se hable y pondere el crecimiento para este año y el siguiente. Para entender lo que viene no perdamos de vista el deterioro económico de estos dos años, lo que puede colocar cualquier pronóstico de crecimiento en terrenos cuestionables.

Lo que es un hecho es que la pandemia está de nuevo de manera severa entre nosotros. El número de contagios, aunque es menor, sigue existiendo. Lo que hace diferentes las cosas, y es una gran noticia, es que los fallecimientos son por muchos menores a lo que vivimos.

Sin embargo, todo lo que se haga en los próximos meses obligadamente debe pasar por esta consideración con todo y los anhelos y la necesidad de ir de nuevo a lo que llamábamos “normalidad”. La vida cambió y a partir de la pandemia nuestros hábitos, nuestras relaciones sociales y laborales, todos lo sabemos, ya son otras.

El sector educativo es el que más se ha visto afectado. No sabemos por ahora cuáles serán los resultados de lo que se ha hecho, sobre todo porque por más que no les guste los procesos de evaluación, éstos terminan por ser indispensables para conocer el avance de los estudiantes.

Es necesario conocer a detalle qué tanto han avanzado los estudiantes en medio de los escenarios inéditos. Existen elementos para, en lo general, conocerlo, pero solamente cuando se acceda al siguiente curso escolar se podrá saber qué tanto han avanzado.

La labor del magisterio ha sido titánica al igual que la de madres y padres de familia a quienes también les cambió su intensa cotidianidad.

Las cosas van a seguir siendo muy complicadas. Si tenemos una tercera ola, particularmente entre la gente joven, a lo que hay que sumar el pausado proceso de vacunación, las posibilidades de que se pueda dar el regreso a clases presenciales todavía se ven remotas.

La tercera ola llega por variantes del virus, por la relajación de las actividades, por el desinterés de nuestras autoridades y porque los ciudadanos no hemos hecho lo que nos corresponde.

¿En verdad bajo estos escenarios se puede regresar a clases presenciales en agosto? ¿Usted qué opina?

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