LA SOMBRA DE LA OPACIDAD

 

por RICARDO CORTEZ 

A medida que nos aproximamos al cierre del trienio de Humberto Salazar, se percibe una tendencia preocupante: el cierre de puertas en la comunicación gubernamental. La sombra de la opacidad se cierne sobre nosotros, y parece que estamos regresando a tiempos en los que la información sobre las actividades del gobierno se mantenía en secreto bajo cualquier pretexto.

En varios casos, la justificación de estos procesos es poco convincente. Se ofrecen argumentos que no responden a las demandas de la ciudadanía y dan pie a especulaciones, señalando al gobierno de falta de transparencia.

Este gesto hacia la opacidad plantea preguntas inquietantes sobre si muchos de los programas y proyectos propuestos originalmente por Humberto Salazar no están cumpliendo sus objetivos, y la negativa a informar podría estar vinculada con el deseo de esconder información incómoda.

Si esta tendencia persiste, podríamos encontrarnos al final del trienio sumidos en la incertidumbre, sin comprender verdaderamente en qué situación nos encontramos.

La supuesta obra emblemática del gobierno salazarista, la Ciudad Gobierno, permanece en el imaginario del alcalde, pero no queda claro cuándo iniciará y, sobre todo, de dónde provendrán los fondos para su conclusión o al menos para dejarla en marcha.

Los viajes del alcalde a los Estados Unidos también generan interrogantes, especialmente en cuanto a los resultados obtenidos. A pesar de señalamientos de regidores, las respuestas evasivas de Humberto Salazar solo sirven para dejar las cosas en la incertidumbre y sembrar dudas.

No es cuestión de negarle el derecho al alcalde de viajar, sino de clarificar de dónde provienen los fondos, sobre todo cuando no se vislumbra un beneficio claro para el municipio. La cuestionada capacidad de gestión del alcalde sigue siendo evidente.

Las respuestas presidenciales actuales no brindan una visión clara del estado de las cosas. Lo preocupante es que estas respuestas, que carecen de transparencia, puedan ser consideradas como ciertas por los seguidores del doctor.

Crear suposiciones sobre lo que podría estar ocurriendo solo posterga la confrontación con los problemas, y tarde o temprano la realidad ineludible alcanzará al gobierno.

En esta etapa final del trienio, la información sobre las actividades del gobierno se vuelve fundamental. La herencia que se deja no puede convertirse en una caja de Pandora que sume a futuros gobernantes ya la sociedad en una incertidumbre peligrosa.

No podemos permitirnos estar en un terreno donde solo las opiniones de Humberto Salazar sean consideradas verdaderas o donde solo sus decisiones deben ser reconocidas. Es hora de exigir transparencia y responsabilidad.

La claridad y la rendición de cuentas son esenciales para construir una sociedad informada y participativa. ¿Usted qué opina?

PUNTO Y APARTE: En el escenario político local, la contienda por suceder a Humberto Salazar en el próximo año está en pleno apogeo, con diversos contendientes trabajando arduamente para ganar simpatizantes que respalden sus aspiraciones a la candidatura de sus respectivos partidos.

Héctor Márquez, Rodrigo Ureño, Marco Rivas, Luis Esparza y ​​Refugio Ávalos se encuentran en la arena política, desplegando sus estrategias y habilidades para atraer la atención de los comités y convencerlos de que son la mejor opción para liderar los esfuerzos de sus partidos.

En este momento, la carrera por la sucesión muestra una "caballada muy flaca", con cada contendiente tratando de engordar sus filas de seguidores y consolidar su posición en la contienda.

La incertidumbre persiste, pero la próxima etapa de este juego político sin duda ofrecerá giros y sorpresas mientras los protagonistas continúan su danza hacia la candidatura anhelada.

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