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GOBIERNO ¿DIFERENTE?




por RICARDO CORTEZ

A medida que nos acercamos a las elecciones del próximo año, se convierte en un termómetro crucial para evaluar si el gobierno de Humberto Salazar y su administración son, de hecho, diferentes a los anteriores.

Salazar no deja pasar oportunidad para afirmar que su gestión marca un silencio con el pasado, subrayando que la corrupción, la inseguridad, las pocas obras y las dificultades financieras son atribuibles a administraciones anteriores.

A pesar de que han transcurrido poco más de dos años desde el inicio de su mandato, el discurso sigue anclando la problemática en el pasado, obviando que muchos de los asuntos de relevancia ya están en la mesa del alcalde y su Gobierno.

Sostener la idea de que el pasado es el epicentro de todos los problemas es una manera de evadir la responsabilidad sobre lo acontecido durante su gestión.

Esta narrativa ha resultado efectiva para Humberto Salazar, quien, cuando se le cuestiona, encuentra en los gobiernos anteriores la justificación para sus propias limitaciones.

En Jerez, la estrategia del gobierno municipal ha sido evidente al buscar, a toda costa, responsabilidades en las administraciones previas. Sin embargo, llegará el momento en que el gobierno salarziasta deberá rendir cuentas por sus propias problemáticas, sin poder refugiarse en la excusa de "somos diferentes" o "es culpa del pasado".

En municipios gobernados por Morena, como Guadalupe, Fresnillo y, por supuesto, Jerez, los ciudadanos podrán pasarles factura. Aunque la fortaleza de AMLO todavía les proporciona cierto margen de maniobra, ya no es la panacea que solía ser.

En los últimos años, hemos observado cómo la gobernabilidad, ya sea positiva o negativa, no necesariamente determina el resultado electoral. También hemos sido testigos de derrotas de candidatos del mismo partido que el gobernador en turno.

Poco a poco, la estrategia de atribuir todas las culpas al pasado está perdiendo efectividad. Jerez ha vivido la experiencia de la gobernabilidad de Morena y Humberto Salazar, permitiendo a la ciudadanía evaluar hasta dónde llegan las capacidades de esta administración.

Las elecciones del próximo año serán el barómetro que medirá la diferencia proclamada por el Gobierno de Humberto Salazar. En 2024, veremos si realmente no son como los de antes.

Sin embargo, en estos prolegómenos, las dudas superan a las certezas. La ciudadanía está ávida de resultados tangibles que respalden las promesas de cambio proclamadas desde el inicio del mandato. ¿Usted qué opina?


dsd_elportaljerez@gmail.com
twitter: @Rich_Cortez86


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