FOCOS ROJOS PRESIDENCIALES

por RICARDO CORTEZ

Humberto Salazar sigue experimentando momentos de turbulencia y problemas rumbo a su segundo informe de gobierno, el cual no dudamos que esta serie de nuevos problemas desestabilizaran una vez más al gobierno que él encabeza.

Al doctor le da por colocarse bajo escenarios límite o adversos en y para su gobierno, en donde ha tratado tener un discurso positivo y propositivo en el que busca encontrar los lados luminosos de su gobierno, sin embargo, sus palabras se muestran lejanas de la realidad que hoy vive Jerez.

Sin embargo, la cuestión está en que en el terreno de los hechos, seguimos lejos de que el discurso alcance y transforme la realidad como lo viene pregonando regularmente el alcalde.

Sin dejar de reconocer la nueva dinámica en la que hemos entrado, todavía nos encontramos lejos de poder hablar de una transformación de la terca realidad. No se pasa por alto que un proceso de cambio como el que quiere Humberto Salazar requiere de tiempo, análisis, consensos y grandes voluntades, pero sobre todo resultados.

Si bien el doctor es crítico con el pasado, al mismo tiempo es particularmente benevolente con su presente y con todo lo que tiene que ver con su gobierno. No asoma la autocrítica, la cual en la gobernabilidad es un aliado incómodo, pero aliado.

Por más que los escenarios le sean adversos difícilmente cambiará estrategias y objetivos, y menos ahora que entrará el último año de su mandato. En general el tiempo no le ha dado la razón, las cosas han terminado por salirse de control.

En innumerables temas la fórmula no le ha dado resultado. El Presidente conserva un gran halo de esperanza, sin embargo hoy de poco sirven en nada, esto debido a la falta de resultados que den cumplimiento a las promesas de campaña y lo propuesto al inicio de su administración,lo que le ha impedido moverse a sus anchas.

Insistimos, Humberto Salazar ha venido enfrentando problemas que, aunque parezca que sale bien librado, acaban quedándose en el imaginario colectivo, sin terminar por olvidarse; la lógica indica que tarde que temprano tendrán consecuencias y que se le pueden revertir seriamente, y ese día se acerca.

En este asunto se está presentando una coyuntura delicada y de riesgo para el mandatario municipal, porque muchos de sus funcionarios y colaboradores han manifestado su inconformidad ante la expresión, a todas luces fuera de lugar, de “ya chole”.

Por más que el discurso presidencial sea optimista, positivo y busque alentar el ánimo los problemas se le andan sumando. Algunos de ellos son acumulados, otros son de este gobierno y otros más pasan por la forma de ver las cosas del doctor. ¿Usted qué opina?

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