LLAMARADA DE PETATE

por RICARDO CORTEZ

Siendo para muchos el peor gobierno, Humberto sigue tomando decisiones erróneas en busca de la consolidación de su proyecto de gobierno que tiene como objetivos principales la sanación y transformación de nuestro municipio.

Sin embargo, a poco más de un año de la administración salazarista han desfilado un sin fin de ex funcionarios, que sin pena ni gloria, han abonado el proyecto fallido del “doctor”, que navega a la deriva y sin rumbo fijo.

Si bien es cierto, los equipos dentro de una administración son importantes, no funcionan por sí mismos, pues se requiere de un verdadero liderazgo, mismo que no ha existido por parte de nuestras autoridades, situación que se ha visto reflejado en el funcionamiento y los resultados de las promesas de la administración municipal que encabeza Humberto Salazar.

Las buenas intenciones, los discursos trillados, los logros inexistentes, los baños de pueblo, las fotografía posadas y las adulaciones al mandatario estatal, no han ayudado en nada a cambiar el estado de ánimo de los Jerezanos.

Y es que en las acciones de gobierno no se observa en áreas como Cultura, Turismo, Desarrollo Económico, Obra Pública y Seguridad Pública, que exista un rumbo definido. Mientras tanto el tiempo corre y siguen presentándose problemas que siguen sumergiendo cada vez más en un bache al gobierno morenista.

Esta situación mantiene a Humberto Salazar ante la opinión pública como un mal gobernante, sin dejar de considerar la proyección personal y de equipo como elemento central. Áreas de vital importancia para la administración municipal son verdaderamente desastrosas.

No hemos visto al alcalde poner en manos del gobernador David Monreal y funcionarios estatales, así como legisladores estatales y federales, un proyecto serio y con miras a verdadero desarrollo que le genere un verdadero impacto positivo al municipio y ciudadanos.

El rezago en que se encuentra Jerez requiere urgentemente un proyecto municipal bien definido, pero el Humberto Salazar y sus asesores no logran entenderlo, mientras los días siguen transcurriendo y los problemas cada vez se agravan más.

El hecho de que la gente comience a catalogarlo como el uno de los peores gobernantes, quizás sea el correcto, probablemente él y sus círculo más cercano de funcionarios, sin dejar a un lado aquellos que hacen llamar asesores, lo atribuyen a sus antecesores.

Siguen siendo intrascendentes las “llamaradas de petate” que se dejan ver desde palacio municipal que siguen sin rumbo ni destino fijo. ¿Usted qué opina?

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