UN INFORME POCO CONVINCENTE

por RICARDO CORTEZ

El presidente municipal de Jerez, Humberto Salazar, rindió cuentas por primera vez a un municipio que hace tiempo que le dio la espalda. En buena medida, precisamente, porque la mayoría de sus ciudadanos siente que vive en un municipio alejado del que dibuja el inquilino de palacio municipal.

A un año de haber tomado las riendas del municipio el gobierno que encabeza Humberto Salazar vive momentos complicados, especialmente cuando los nulos resultados en nada abonado al proyecto de “Sanación”, el cual fue la base de su campaña y motivo por el cual sus seguidores lo llevaron a Palacio Municipal.

El primer informe, no fue más que un evento a modo para el alcalde, en el que fue llenado con decenas de burócratas que no se cansaron de cumplir con su única misión: aplaudir al inquilino del palacio municipal.

En donde la ausencia de los invitados especiales, de los ex presidentes municipales de Jerez y de los representantes de los diversos sectores de la población, fue visible.

Como lo fue la división que hoy existe entre el alcalde y el Síndico y los regidores de Morena, quienes horas antes se manifestaron a las afueras de la presidencia municipal, en donde argumentaron que este Primer Informe de Gobierno es un acto de incongruencia y desatino.

El epílogo del “doctor” -el cual duró tan solo 12 minutos- fue un reflejo de los contrastes de su mandato, ilusionante durante las primeras semanas y desmoralizador, cuando menos, en los últimos 8 meses. En donde, por cierto, no faltaron las críticas veladas a su antecesor, Antonio Aceves.

El primer informe de Gobierno de Humberto Salazar se convirtió en un acto tedioso, con un informe pregrabados, repleto de acciones ordinarias, pero carente de logros contundentes que hayan sido una verdadera solución y beneficio para los jerezanos.

Áreas como Educación, Turismo, Cultura, Empleo, Campo, DIF, Desarrollo Económico, Obras Públicas, Juventud, Deporte, Seguridad y Salud, por mencionar algunas, no cuentan con una acción sobresaliente a un año de gobierno.

No fue un discurso autocrítico, sino que fue un mensaje de información de éxitos, todo adornado con afirmaciones que suenan a resultados intrascendentes. Para muchos, fue el espacio idóneo para reposicionar a un gobierno lleno de contradicciones y un proyecto que aún no termina por cuajar.

Sin embargo, Humberto Salazar parece confundir los sentimientos. Hay enojo por múltiples y costosos errores y por la vanidad e incapacidad de quienes hoy lo rodean, lo que ha provocado que el alcalde y su gobierno rueden cuesta abajo. Cosa que no se han dado cuenta.

El presidente vive en una realidad paralela al imaginar un Jerez en abundancia. ¿Usted qué opina?

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