¿CUÁNTA CUERDA LE QUEDA?

por RICARDO CORTEZ

Las confrontaciones en palacio municipal están al orden del día. No deben sorprender, porque van aparejadas con la forma de gobernar y la falta de resultados de Humberto Salazar.

Lo que importa es cómo resuelven sus problemas con las dificultades que derivan de la existencia de grupos confrontados. Lo que sigue siendo un hecho es que cuando no se entienden, quien decide no es precisamente el alcalde.

Desde un inicio, la síndico municipal Adriana Márquez sabía que las cosas serían difíciles. Hoy queda claro que el “doctor” ha hecho a un lado al síndico municipal, por más que algunos ofrezcan argumentos que en algún sentido Humberto Salazar debería considerar como parte de su ejercicio político.

A Adriana Márquez le vienen echando encima la maquinaría de palacio municipal desde hace tiempo, porque se ha tomado la determinación de que al alcalde no se le puede decir que no y el que lo hace la paga o la irá pagando, al menos eso es lo que hacen pensar.

Por supuesto que el tema tiene mensajes múltiples. La funcionaria ha sido crítica hacia el mandamás de palacio municipal, porque al parecer es la única que se ha dado cuenta de que las cosas al interior de gobierno no marchan bien.

Lo que queda claro es que quien toma una distancia hacia el alcalde, por más sensato y prudente que sea. El grupo cercano al presidente determina por ser señalada sin pasar por alto que queda fuera de los ánimos de quien hoy gobierna.

Lo que queda claro es que la relación entre Adriana Márquez y Humberto Salazar, por más sensata y prudente que sea, no es la mejor.

El doctor tiene como primera defensa aquellos funcionarios que forman parte su círculo más cercano, quienes en muchos casos hablan en su nombre como si fueran una extensión de él. Por lo que el “doctor” necesita de terceros, porque todo lo que quiere hacer o decir lo hace tras bambalinas.

Como fuere, es importante detenerse en los planteamientos de Márquez por hacer públicas sus críticas y observaciones a sabiendas de las consecuencias por ejercer la crítica al interior del gobierno y enfatizar la relevancia de la división y problemas que existe al interior de la administración municipal.

Las habilidades, conocimientos, experiencia y el colmillo le han permitido a Adriana Márquez sobrevivir a las presiones de los funcionarios cercanos al alcalde. El tiempo se le está acabando a Humberto Salazar para que ponga orden en su gobierno.

La división, los problemas y los pocos resultados en su gobierno, lo posicionan en terrenos del fuego amigo, en donde seguramente la síndica seguirá mandando rudos mensajes. ¿Usted qué opina?

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