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LA TRAICIÓN DE LOS PRINCIPIOS



por RICARDO CORTEZ

Humberto Salazar, “El doctor”, llegó a la alcaldía de Jerez con la bandera de los principios morenistas en alto: “No mentir, no robar, no traicionar al pueblo”. Líneas que colocó como el eje de las acciones de su gobierno. Sin embargo, a casi tres años de su triunfo electoral, estos tres mandamientos han sido violados repetidamente.

Salazar ganó las elecciones de 2021 con una promesa central: terminar con la corrupción. De esta y otras promesas no queda ni la sombra. El presidente y su equipo perdieron al poco tiempo de llegar al poder la brújula: en su desesperación por la falta de resultados —inseguridad, nulo crecimiento económico, falta de obra pública, inexistente desarrollo cultural y turístico— han dado la espalda a los ideales que prometieron defender a toda costa.

Hoy, la llamada “Cuarta transformación” o “Sanación de Jerez” no es más que una retahíla de contradicciones. Abandonó su bandera de campaña y la encomienda de “no mentir, no robar y no traicionar” se convirtió para muchos en una cruda ironía.

En casi tres años de gobierno, Humberto Salazar ha aniquilado todos los principios que lo llevaron al poder. Hoy representa todo aquello que prometió acabar.

Se alió con personajes que le hicieron mucho daño que impidió transformar la vida pública del municipio. La administración del “doctor” ha sido marcada por una serie de escándalos y fracasos que han dejado a Jerez en una situación precaria, pero sobre todo difícil para su sucesor.

La falta de seguridad ha aumentado. Las promesas de desarrollo económico han quedado en el olvido, con un municipio estancado y sin perspectivas claras de crecimiento.

La obra pública, una de las grandes promesas de su campaña, ha sido prácticamente inexistente. El desarrollo cultural y turístico, que debería ser un motor de crecimiento y orgullo para Jerez, ha sido relegado a un segundo plano.

El círculo cercano a Salazar, compuesto por “amigos” y “aliados” políticos, ha sido objeto de constantes críticas y señalamientos. Lejos de actuar con transparencia y responsabilidad, la administración ha optado por el secretismo y la opacidad, alimentando aún más la desconfianza de la ciudadanía.

La "Sanación" de Salazar ha resultado ser una farsa, una traición a los principios que alguna vez inspiraron esperanza en la gente a votar por él. Los ciudadanos de Jerez merecemos algo mejor que un gobierno que traiciona sus promesas y principios, y eso debe tenerlo en cuenta Rodrigo Ureño.

Humberto Salazar y su administración han demostrado ser incapaces de cumplir con las expectativas y necesidades del pueblo de Jerez. Es hora de una reflexión profunda y de exigir cuentas a quienes han fallado en su deber de gobernar con justicia y transparencia.

La esperanza de una verdadera transformación no debe perderse, pero para ello, se requiere un liderazgo comprometido y honesto, algo que Salazar, claramente, no pudo ofrecer. ¿Usted qué opina?

dsd_elportaljerez@gmail.com
twitter: @Rich_Cortez86

 


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