NO FUE UNA MARCHA CUALQUIERA

 

por RICARDO CORTEZ

A pesar de que la marcha del pasado jueves, en el que docenas de jerezanos salieron a las calles para exigir paz, seguridad y tranquilidad, dejó en claro que para el alcalde Humberto Salazar no tuvo mayor importancia.

Lo del jueves pasado adquirió una particular dimensión porque no solamente se trató sobre el acontecimiento del Bar “el Venadito”, sino también por los diversos hechos que ha traído la inseguridad en el municipio. Fue un acontecimiento que no pasó por alto, que permeó y que de alguna manera se ubicó en el imaginario colectivo.

En algunos casos se habla de una movilización de más de mil personas, bien se sabe que entramos en terrenos de la guerra de cifras, lo cierto es que las cosas tienen que verse desde la voluntad de ciudadanos de salir a la calle un jueves por la tarde para manifestarse, el contenido de su exigencia y el número de personas que se movilizó en el municipio.

La lógica indicaría que Humberto Salazar debiera haber tomado en cuenta la movilización para replantearse y escuchar las críticas y observaciones a su estrategia de gobierno, a los pocos resultados que ha dado desde que llegó al poder, al poco interés que tiene de que su gobierno sea de puertas abiertas.

La razón central está en que en la sociedad jerezana existe un número significativo de ciudadanos que quiere que las cosas sean diferentes a como las está planteando. Sin embargo, no hay indicios de que el “doctor” vaya a cambiar su perspectiva de las cosas, mucho menos una reestructura a su proyecto de gobierno, si es que lo hay.

Lo sorprendente sería que cambiara para buscar entendimientos, porque por más que las críticas a su proyecto tienen razón de ser, todo indica que no pasa de por medio una mirada autocrítica o paradójicamente democrática para escuchar a los otros.

Lo importante de esta marcha es que parece ser que estamos ante el inicio de movilizaciones de toda índole por parte de la ciudadanía en el marco de una situación que ha sido una constante en los últimos años.

Quizá el camino para el 2024 pueda empezar a tener nuevos derroteros. Detrás de esta movilización aparece una parte de la sociedad pujante que va más allá de la realidad en que vive el alcalde.

Lo peor que pudo haber hecho el Presidente es no tomarle la importancia que requería. Lo del pasado jueves tiene que ver con lo que muchos exigimos y queremos para Jerez. ¿Usted qué opina?

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