CONTRA RELOJ

por RICARDO CORTEZ

La administración Humberto Salazar inicia el año 2023, con muchas dudas, sus seguidores pueden decir que ha hecho mucho, pero sus críticos también le recordamos reiteradamente que le falta más por hacer. Lo ideal sería que la primera visión fuese real. El municipio sería otro.

Porque, incuestionablemente, hay grandes asignaturas pendientes que nadie puede negar y que requieren de una solución inmediata. Aún se deben enfrentar graves problemas de inseguridad, obra pública, desarrollo cultural y económico.

Se tiene que hacer más contra la corrupción y la distribución del ingreso; se requiere generar confianza y credibilidad para atraer más inversiones que generen nuevas fuentes de empleo de largo plazo en el municipio.

¿Cuánto podrá avanzar en esas líneas el alcalde Humberto Salazar en el tiempo que le queda para concluir su administración? El Proyecto de Gobierno que ofreció, comprendía compromisos que despertaron el interés en un gran importante número de jerezanos. Le creyeron y lo llevaron al triunfo contra cualquier pronóstico.

Con la enorme esperanza que despertó en su intento -poco alentador- por ser presidente de Jerez, parecía que podían quedar atrás décadas de desigualdad, injusticia, arbitrariedades, abusos, simulación, manipulación, explotación y atracos con los fondos públicos.

El doctor y sus cercanos colaboradores sostienen frecuentemente que ha habido mucho progreso en todos esos rubros; las acciones y los resultados, no coinciden en muchos casos. Los números, incluso los oficiales, reflejan una realidad muy distante y muy distinta de lo que muchas veces se asegura en el discurso oficial.

Referir esto, como lo hacen tantos de manera recurrente dada su importancia, no es estar en contra; significa hacerlo notar para tratar de incidir en su eventual solución.

Hoy los ciudadanos no queremos más excusas y críticas al pasado, hoy queremos que de una vez por todas se ponga a resolver los grandes problemas nacionales, para su pronta solución.

En esa vertiente, es indispensable que en los próximos meses se muestre voluntad y disposición que sea notoria y perceptible. Los logros deben hablar por sí mismos y no en los discursos trillados y poco creíbles.

A seis días de comenzar el 2023, convendría hacer una pausa para la reflexión y el análisis. De no ser así, se podrían presentar mayores dificultades para la gobernanza y la gobernabilidad.

Recuerde las buenas o malas cuentas que entregue el gobierno, obligadamente incidirán en el resultado de las elecciones de 2024, aun cuando hasta el momento no existen contrincantes fuertes que pudieran hacer competitiva la contienda.

El tiempo está en contra; es indispensable evitar que las grandes expectativas que se generaron al inicio de la administración, deriven en una nueva desilusión ¿Usted qué opina?

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