ENTRE BRILLO Y DESILUCIÓN

 

por RICARDO CORTEZ

Las expectativas construidas en torno a la celebración de la máxima fiesta de los jerezanos han generado cuestionamientos hacia los organizadores y el propio alcalde Rodrigo Ureño Salazar. Lo que debería ser una fiesta memorable ha comenzado a perder brillo antes de iniciar.

Las críticas, especialmente en redes sociales, se centran en los artistas y agrupaciones anunciadas para el magno evento, cuyos conciertos en el teatro del pueblo tendrán un costo. Esto ha provocado descontento y desconcierto entre la población jerezana.

La sociedad jerezana esperaba un programa digno de la celebración, que superará por mucho las ediciones anteriores. Sin embargo, el anuncio de la cartelera dejó un sabor amargo, evidenciando una falta de visión y sensibilidad hacia las expectativas de los ciudadanos y visitantes.

Se suponía que Rodrigo Ureño y Édgar Álavarez Haro, presidente del comité organizador presentarían un cartel que reflejara la grandeza de la Feria de Primavera. En lugar de eso, algunos de los artistas carecen de vigencia o son prácticamente desconocidos, generando desilusión entre quienes esperaban una oferta más atractiva.

La falta de variedad en la programación del principal foro de la feria ha suscitado preguntas incómodas: ¿Quién propuso esta selección? ¿Bajo qué criterios fueron elegidos los artistas? ¿Qué interés hay detrás de estas decisiones?

Las decisiones de Édgar Álavarez Haro y su equipo están ahora bajo el escrutinio público. La percepción de que se trata de un programa improvisado y poco planeado comienza a crecer, y eso podría afectar aún más la imagen del gobierno municipal.

Aunque la feria abarca diversas actividades, el foco de atención sigue siendo el teatro del pueblo. Y es aquí donde las deficiencias del programa han opacado el resto de la celebración, dejando en evidencia la falta de una estrategia coherente.

Además, no se observa una estrategia clara de difusión turística para promover esta celebración. Jerez podría aprovechar esta fiesta para atraer visitantes y fortalecer su economía, pero parece que el tema del turismo ha sido relegado a un segundo plano.

La administración municipal, que ya enfrenta críticas por otras decisiones, ahora suma un nuevo desafío. La falta de aciertos en la feria podría convertirse en un obstáculo para futuras aspiraciones políticas de quienes hoy dirigen el municipio.

La tempestad que se avecina para el comité organizador de la Feria de Primavera y el propio alcalde podría ser solo el inicio de problemas más profundos. La incertidumbre prevalece, y solo el tiempo dirá si estas decisiones afectarán el éxito del evento y la percepción de un gobierno que, hasta ahora, sigue sin dar en el blanco. ¿Usted que opina?

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